Tras una cruel demostración de terror por parte de las principales pandillas salvadoreñas, que causaron más de 80 asesinatos en 48 horas, el presidente de la República Nayib Bukele, solicitó a la Asamblea Legislativa se decretara Estado de Excepción en todo el territorio nacional con el fin de detener la ola de asesinatos contra ciudadanos indefensos y la desarticulación de las bandas terroristas.

El Estado de Excepción fue aprobado por la Asamblea Legislativa la madrugada del domingo 27. La plenaria fue convocada con urgencia por parte del presidente del primer Órgano del Estado, Ernesto Castro, y solicitó a los diputados se discutiera la petición del Ejecutivo, la cual fue avalada por la mayoría oficialista y fue objetada por los partidos FMLN y ARENA, quienes pactaron con las pandillas a cambios de votos durante las elecciones pasadas.  

Tras el baño de sangre del fin de semana del 26 y 27 de marzo, todas las fuerzas públicas fueron movilizadas hacia los territorios con mayor influencia de pandilleros, creándose cercos para asediar las colonias donde los terroristas se mezclan con la población y donde a la misma vez tienen su base social, es decir, familias enteras que viven de la extorsión, asesinato y desaparición de personas inocentes.

De acuerdo al presidente, las capturas suman más de 1,400 sujetos perfilados como pandilleros, así como los ya buscados por asesinato, extorsión, desaparición forzada, asalto, violación e innumerables delitos con los que han sembrado el terror en el pueblo salvadoreño.